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Cuando Beneficiarse Gratis Sale Caro: La Justicia en Casos de Enriquecimiento Sin Causa

  • Foto del escritor: Abogado Felipe Acosta
    Abogado Felipe Acosta
  • 14 nov 2024
  • 3 Min. de lectura

Derecho civil

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    ¿Alguno de ustedes tiene hermanos mayores? Y, sobre todo, ¿sufrieron alguna vez cuando ese hermano se “adueñaba” de sus cosas como si fueran propias? Porque, seamos sinceros, los hermanos mayores no siempre son sinónimo de protección, a veces existen esos expertos en apropiarse por la fuerza de lo que le pertenece a ese hermano menor debilucho, ejemplo de esto, los juguetes. A veces pienso que, en el fondo, algunos de esos hermanos mayores fueron nuestros primeros ejemplos de “enriquecimiento sin justa causa”. Claro, en ese entonces la justicia era el regaño de mamá, pero en la vida adulta, las cosas son más serias y este tipo de “apropiaciones o disfrute a costilla de otros” tienen consecuencias legales.

    ¿Qué es el Enriquecimiento Sin Justa Causa?

    En términos legales, el enriquecimiento sin justa causa ocurre cuando una persona obtiene un beneficio económico o material a costa de otra persona, sin tener un motivo jurídico que lo justifique. Es decir, alguien disfruta de algo que no le corresponde o recibe un beneficio que no pagó, dejando al otro con un perjuicio o disminución de su patrimonio sin tener un por qué. La ley permite, entonces, que la persona afectada exija una compensación para restablecer el equilibrio. Esta figura es muy utilizada en Colombia para casos donde no hay contrato ni otra justificación legal para que alguien esté aprovechándose de los recursos o bienes de otra persona.

    El Caso de José y Marta: Cuando el Amor Termina, Pero No el Uso del Inmueble

    Para ilustrar mejor cómo funciona el enriquecimiento sin causa, pongamos un ejemplo que parece sacado de una telenovela. José y Marta fueron esposos durante muchos años, y durante ese tiempo vivieron en un apartamento que era propiedad de José desde antes del matrimonio. Llegado el momento de separarse, José decidió irse y dejarle el apartamento a Marta hasta que terminaran de hacer los trámites del divorcio. El tiempo pasó, y finalmente se disolvió la sociedad conyugal; sin embargo, Marta decidió quedarse en el apartamento sin pagar renta, ni servicios, ni cuotas de administración, como si el inmueble fuera social o parte del patrimonio compartido.

    La situación se tornó más compleja cuando los meses se convirtieron en años y Marta siguió habitando el inmueble sin ninguna intención de restituir el inmueble o tan siquiera de compensar a José. Peor aún, cuando José debía pagar las cuotas de administración, lo hacía para evitar que el apartamento terminara embargado y afectado en algún proceso judicial. Esto implicó un gasto considerable que redujo su patrimonio, todo mientras Marta seguía viviendo en el inmueble sin asumir ningún tipo de obligación económica. En este caso, José podría acudir a una demanda por enriquecimiento sin justa causa, ya que Marta, sin un vínculo legal que la justificara ni con alguna autorización, ha seguido aprovechándose del inmueble a expensas de su exesposo. Aquí, José podría reclamarle a Marta todos los gastos que él realizó mientras ella disfrutaba de su bien.

    Otro Ejemplo de Enriquecimiento Sin Justa Causa: “El Favor de Amigos Que Nunca Fue Temporal”

    Imaginemos otro escenario. Carlos, un amigo generoso, le prestó a su colega Andrés su carro mientras él se iba de viaje durante dos semanas. Al regresar, Carlos esperaba que Andrés le devolviera el vehículo, pero Andrés se hacía el desentendido y continuaba utilizándolo a diario, incluyendo gastos de mantenimiento, combustible y algunos arreglos menores que el propio Carlos tuvo que cubrir. Andrés se beneficiaba del uso del auto sin incurrir en ninguna responsabilidad económica y sin intención de devolverlo en el corto plazo. Carlos, al ver que Andrés seguía beneficiándose de su auto sin motivo alguno, podría solicitar una compensación por los costos en los que incurrió mientras Andrés disfrutaba del vehículo. En este caso, Andrés estaría claramente beneficiándose sin justa causa del bien de su amigo.

    Conclusión

    El enriquecimiento sin justa causa es un recurso útil en el derecho colombiano para reclamar compensaciones cuando alguien obtiene un beneficio injustificado. Mi recomendación es simple: cada vez que se presente una situación en la que alguien parezca estar disfrutando de un bien o recurso ajeno sin pagar por ello, es importante considerar si se trata de un caso de enriquecimiento sin justa causa. Y, por supuesto, ¡no se lo pongan tan fácil a quienes piensan que pueden vivir o beneficiarse de otros sin asumir responsabilidades, a estos también se les podrá cobrar el haberse tomado todo el brazo.

    Escrito y publicado el 10 de nov del 2024 por:

    Abogado Felipe Acosta

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